
El rostro posee espacios virtuales y reales, que tanto como los ligamentos verdaderos y falsos su conocimiento permite entender el proceso de envejecimiento y en consecuencia el porqué de un tratamiento específico.
El rostro posee espacios virtuales y reales, que tanto como los ligamentos verdaderos y falsos su conocimiento permite entender el proceso de envejecimiento y en consecuencia el porqué de un tratamiento específico.